miércoles, 23 de noviembre de 2011

En honra a la hipocresía.

Nace el sol, canavalero de febrero, que ataca penetrando la piel más mestiza u oscura, cabizbaja despega y emborracha a la muchedumbre que aunque con protección no lo vacila.

Marginada tormenta de recuerdos, profundo atardecer que melancoliza, puritanos brazos los que me acobijan, ante tanto ardor y enojo que en el ambiente existe. Riega tu veneno y demuestra que te intereso que la hipocresía te declara la guerra y caes en ella es costumbre, pues siempre acostumbraste a tener fama de moneda, el nombre por el que te llaman te queda pequeño. Sonríe a tu gente y diles lo que quiera, saca tu disfraz galardonado en último puesto. Piel bonita, silueta de sirena, temblorosa mirada, risa malévola, entre tu y tus anhelos algo tramas.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Retazos de mi.

Si tan solo pudiese tocar el cielo con mis manos, diría entonces que estás a mis pies, podría descifrar el silencio de tus labios y quizá irme a los extremos por ti sin pensarlo dos veces, sin titubear y dar falsos testimonios, cosas que sé que aún no puedo obtener y aún así lo intento.

Nada es imposible y menos para el que quiere alcanzar algo, aquellos luchadores aguerridos que se limpian las lágrimas, sudor y sangre y se llenos de coraje seguirán sin parar, ni mucho menos mirar atrás.

El universo necesita de más constelaciones para expresarte mis sentimientos; ver junto a ti un amanecer, sentir en mi tus latidos, sería genial y nadie se merece una basura como yo, puesto que soy lo nostálgico, sentimental y malo de todo esto, sin embargo sigues aquí esperando a que te de respuestas para entender mi manera tan abrupta de decir y hacer las cosas, pero jamás entenderás si me miras del mismo punto de vista como siempre lo han hecho los demás.

Razonamiento inútil de aquella rosa, cada pétalo me recuerda a las tristes escenas de amor en las película: "¿Me quiere? o ¿no me quiere?" Simplemente es algo tonto. Siempre, sí, siempre estaré aquí metiendo el dedo en la llaga, simulando bienestar y disfrazando mi infelicidad detrás de pequeñas muestras de un afecto nulo, como aquel día que para ti no sirvió de nada mi esfuerzo, como el día en el parque que nunca llegaste, no duele tanto, pero el saber que tus motivos son totalmente ininteligibles solo llego a la conclusión que eres un niño por dentro, por más que finjas, por más que digas, hagas o pienses, tu cambiarás, pero ahora mismo no.

Y llego a pensar que mi corazón no siente, esto tal vez sea una mentira más ya que siempre digo lo que siento escribiendo, pero aún así muy dentro de mi siempre estarás permanentemente tal y cual la primera vez te dí mis sonrisas y sobre todo mis lágrimas. 

martes, 1 de noviembre de 2011

Falsa vida.

Corre mientras puedas, siempre lo haz hecho, una costumbre muy peculiar en ti, desde el día en que naciste, el dolor no te ha tocado, pues eres tan cobarde que siempre te haz virado y siquiera mirar, por culpa de eso muchas cosas atrás haz dejado.

Mírame a los ojos y no te precipites a los hechos, no estés adivinando, ni diciendo que esto fue al azar, pues Dios no juega a los dados, solo eres tu y tratas de tirarle la culpa a los demás, como si no fueses una pecadora más.

Descuida mientras yo esté en este mundo cuidaré de tu sombra, tu sigue mintiendo y siendo prisionera de los besos ajenos, yo tan solo esperaré el momento adecuado para recitarte mi conjunto de versos hostiles.

Dulce y delicada tal cual la pluma de un ave, resplandeciente tu brillo entre las estrellas, concordancia absurda del amanecer, brinda por el cielo, por su magnífico azul que en sí lleva tu nombre.

Proclama la victoria de tu pueblo allegado y como hipócrita diles que les quieres y satisfactoriamente da el beso de Judas, no por ti, no por el, más bien por tu ego que te hace ver ridícula y absurda ante la multitud que ardiente aviva la candela de la hoguera aquella.

Y ya es muy tarde para pedir disculpas, pensarlo antes debiste, no queda nada que puedas hacer para desquitarte ni para librarte, cuanto lo siento.

Mente Perturbada.

Realmente espero el momento en que decida yo mirar al futuro y vivir el presente, pues vivo del pasado, me provoca nostalgia el simple hecho de pensarlo, pero aún así sigo recalcando huellas pasajera, piadosas que dejaste en mi cuerpo, recorriendo cada centímetro que dejaste voluntariosamente sobre mi piel; coordinada y deslumbrante atmósfera que posees en tus manos, acaso no miras el despiadado pasar de los años y el daño que creas a todo mi ser.


Contorneo dulcemente tu esculpida belleza, rostro sin cicatrices, sin máscara, sin huellas de bisturí, rogadle al marginado hallazgo de aquel bizarro que me deje en ti fijar mi corazón aprendiz.

Lento progreso de mi incertidumbre, cotidiano ajetreo de el rey en marcha hacia tu rey, haz bien la jugada de ajedrez sin titubear, ni ser cómplice, entrecortadas palabras las que saco del edén; pasaje secreto alejado de los golpes violentos, llévame al camino de el amanecer, fiel compañera guarda mi nombre y desata un ambiente que sea digno de ver.