jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Te merezco?

Acaso no fijas tus ojos en alguien más que si valga la pena para ti. Otra que esté a tu altura, que pueda atenderte y te trate muy tierno, de esas que siempre están ahí. 

Inhalo, exhalo y el pulso se acelera, mi corazón late más rápido y solo se ven las lágrimas cayendo sobre las cicatrices, ya no voy por senderos de claridad, todo es soledad a flor de piel, recorro este camino a duras penas por el lado que nadie me ve.

La gente, ¿qué gente? ¿la que te daña y no te merece? ¿o la que todo lo hace bien y tu no te mereces? solo preguntas sin respuestas, tiradas al viento que nunca responde y solo en sus pensamientos intenta callar su grito para nunca decir la verdad, que solo comete la estupidez de irse sin rumbo, buscando su supuesta libertad, aunque realmente quiere un amor de verdad.

Cada segundo perdido junto a mí, el reloj no detendrá su andar para recuperarlo, él nunca se para para hablarte de sus fracasos, ¿por qué lo haría para ti? No eres un humano grato, ni méritos tienes y exiges tanto, cállate y deja al tiempo vivir.

Ya no hay sollozos, ya no hay mentiras, solo tristeza inagotable posada sobre este cuerpo sin vida, los años pasan, todo transcurre y solo me pregunto, vida mía... ¿fue suficiente el amor que nunca te di?

martes, 17 de septiembre de 2013

¿Qué con tus promesas?



Esas piezas que no encajan en tu rompecabezas y forzaste a pegar, solo porque necesitabas completarte, pero no pensaste en las consecuencias. Nunca viste por mí, por mi corazón y mi bienestar, solo quisiste tomar lo que necesitabas y largarte de aquí.

¿Eres falso o eres real? Ya para mí esa pregunta no existe, solo soy yo y mi ego herido, mi alma medio muerta, una hoja rota y un poco de tinta, dime que escriba lo que fue nuestra historia la cual nunca fue nuestra, pues fue tuya, actor de sentimientos. Todo es una mentira, o quizá una verdad a media, ¿quién sabe? Si hasta tú te crees tus actuaciones. 

Ahora cuéntame de tus andares recónditos, de tus amores efímeros, de tus “otras”. Ven aquí, no te ocultes que ya se acabó la novela y esta da paso a una secuela para que hagas lo mismo una tras otra vez.

Imagina que todo lo que haces se te devuelva, que el karma existe y trabajo el doble. ¿Qué tan mal estarías ahora? Piensa dos veces antes de soltar palabras ponzoñosas porque tú deberás aguantar el doble del daño que haces.

¿Qué con tus promesas? ¿Qué con tus mentiras? ¿Acaso eso te hace superior? Mírate al espejo y dime si la destrucción que causa lo vale para hacerte superior como persona y para sentirte mejor con tu “yo” interior.