miércoles, 23 de noviembre de 2011

En honra a la hipocresía.

Nace el sol, canavalero de febrero, que ataca penetrando la piel más mestiza u oscura, cabizbaja despega y emborracha a la muchedumbre que aunque con protección no lo vacila.

Marginada tormenta de recuerdos, profundo atardecer que melancoliza, puritanos brazos los que me acobijan, ante tanto ardor y enojo que en el ambiente existe. Riega tu veneno y demuestra que te intereso que la hipocresía te declara la guerra y caes en ella es costumbre, pues siempre acostumbraste a tener fama de moneda, el nombre por el que te llaman te queda pequeño. Sonríe a tu gente y diles lo que quiera, saca tu disfraz galardonado en último puesto. Piel bonita, silueta de sirena, temblorosa mirada, risa malévola, entre tu y tus anhelos algo tramas.

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