jueves, 8 de diciembre de 2011

Arrepentimiento inconcebible de un alma en pena.


Lo sé, tal vez no lo pensé lo suficiente, fallé y dije que como humana cometo faltas fue mi excusa, si, la misma de siempre, pero palabras adecuadas no encuentro, ya que se las lleva el viento y acciones no puedo hacer, claro, me asocias con la peor persona del mundo y quizá no me quieras ver, me hace sentir tan impotente; soy tan solo una niña y tengo la culpa, esta no es excusa, pero, acaso...¿será que fue mi peor error?...muerte, muerte susurra el enemigo a mi oído, mientras sollozo por no haber sabido dar valor a una de las mejores personas que tuve a mi lado, obvio una tontería, una estupidez, pero una equivocación igual que cualquier otra cometida...probablemente no tengo escapatoria...mientras una lágrima intenta sobrevivir y no caer rodando por mis tiernas mejillas, tus palabras me condenan a muerte lenta, pero esta vez no tienes la culpa, tienes todo el derecho, señorita. 
Por mis venas corre sangre y en cada glóbulo está escrito algo para ti, hermosa mujer de ojos expresivos, bonito cuerpo y delicado corazón, desmotivada me marcharía si murieras tu...

Y es que no alcanzan frases que te demuestren la errónea que fue mi idea del dejar salir de mis pensamientos tales cosas, aún pienso en cuanto lo lamento cruzada de brazos, sin probar el chocolate cálido que saboreé mucho antes: TU AMISTAD.

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