sábado, 10 de septiembre de 2011

Cicatrices de mi implante de corazón de papel.

Codiciados labios del extraño quien supuso un mal pensamiento, debido a abruptos cambios exóticos, debemos oír el sollozar de un niño recién nacido, declaro ante tus ojos y oídos que mi voz se escuchará en el fondo, cuando casi estés llegando a tu paraíso soñado, muchas descaradas aventuras de tu lejano pasado se acercarán, solamente para hacerte daño, susurra cuando quieras de mi ayuda, mientras más grites menos intentaré escucharte. Siento el vacío de mi alma ya perdida, que tomó rumbo al cielo, aún busca un consuelo y sanar la herida.

No hay comentarios: